Central Córdoba

Marcha por el carril indicado

Central Córdoba comienza a tomar mayor protagonismo en el Argentino "A".

El triunfo ante Deportivo Maipú de Mendoza, sin dudas que dejó un buen clima por el barrio Oeste, sobre todo porque Central Córdoba se dio cuenta que tiene material como para estar en los primeros planos.
Ahora que se acercó a tres puntos justamente de los mendocinos y está en zona de llegar a la clasificación a la próxima fase del torneo Argentino A.
El rendimiento del domingo fue de menor a mayor, que de alguna manera está bien, ya que demuestra que el conjunto de Carlos Ereros en algún momento encuentra el nivel futbolístico en el partido.
Otro de los puntos alentadores para el técnico, es que de a poco se van destapando algunos jugadores que estaban como tímidos, caso José Albarracín, máximo artífice en la victoria del domingo.
Pero lo más importante del “ferro” es que se encontraron variantes para los jugadores claves en el equipo, caso Lucas Ramos, Paulo Paglioni o el mismo Gonzalo Cáceres que se fue lesionado el domingo ante Maipú.
Por supuesto que todavía hay cosas por corregir, pero que son menos que las virtudes que se encuentran en el equipo, más aún teniendo en cuenta las ausencias que sufre el plantel en estos partidos.

Encontrar conexión
Una de las pocas falencias que se notaron en el encuentro ante Deportivo Maipú, fue la falta de conexión del estratega del equipo de Carlos Ereros, del “Máquina” Giampietri que todavía no sintoniza la misma onda que sus compañeros en el armado. Sobre todo se ve que el ex Quilmes, intenta convertirse en el enganche del “ferro”, pero que le falta llegar a su plenitud. De igual manera, Giampietri es un jugador notable con mucha experiencia y calidad, de otra categoría que en cualquier momento puede comenzar a escribir su página en Central Córdoba. Partidos va sumando, es cuestión de paciencia.
Por otra parte, hay que destacar la actitud del equipo en ir en busca del resultado, ya que en el primer tiempo no se jugó bien, y en el complemento se cambiaron algunas cosas para marcar la diferencia.
La defensa alternó buenas y malas, porque a pesar de que no le convirtieron goles a Montenegro, hubo muchos disparos y desbordes.
El medio campo fue lo más destacado, con un doble cinco bien firme, Raúl Castaño y Diego Suárez se complementaron bien, ya que el primero fue quien salió unos metros más adelante a ensuciar el juego y anticipar a los hombres de creación, mientras que Suárez se encargó de la contención. Los carrileros le aportaron la salida justa por los costados, corrieron de área a área y también llegaron al ataque, caso Albarracín y García Chamut.
Por último, en la delantera reinó el oportunismo, porque Sáez y Contreras la mandaron a guardar entre las pocas oportunidades que tuvieron en el partido.
Después ingresó Barreto y Salvatierra, dos hombres rápidos que son el recambio justo en los momentos de presión del rival. Ambos entraron bien en el partido, explosivos como lo pedía el partido. Así está el panorama de Central Córdoba, con un equipo diezmado, pero con un estilo de juego ya definido, y que se dio cuenta que tiene equipo para dar pelea a cualquiera.