Indep. Fernández - Luego de dos años, volvió al fútbol Alex Zaineddín

“No era feliz porque me faltaba algo”

El “Turco” se había retirado en el 2009 pero no aguantó y se calzó los cortos nuevamente. En el medio, fue entrenador: “no era mi momento”, dijo. Mano a mano imperdible con el volante.

Son muchos los casos de jugadores que se retiran y al tiempo vuelven. El más emblemático, por lo actual y trascendente, es el de Matías Almeyda. Pero el de Alex Amado Zaineddín, que debutó el sábado pasado en Independiente de Fernández tras dos años de haber dejado la actividad, tiene una particularidad. El “Turco” fue director técnico de Central Argentino y ahora decidió volver a estar del lado de adentro de la línea de cal.
A los 37 años, el volante siente que tiene mucho para dar en el fútbol. Se preparó físicamente durante dos meses para afrontar este gran desafío, el cuál asumió porque sentía que no era feliz, que le faltaba algo. Su mujer, la misma que le había pedido que se retire en el 2009, fue clave para su regreso.

-¿Porque volviste a jugar?
-Estos dos años que no jugué sentía que no era feliz porque me faltaba algo. Sentía la necesidad de que la adrenalina corra por mi cuerpo, extrañaba entrenar. Cuando apoyaba la cabeza en la almohada todas las noches sentía la necesidad de volver a jugar. Se dio la posibilidad de Independiente y no lo dudé porque creo que todavía puedo dar mucho por el fútbol.

-¿Como surgió lo de Independiente?
-El técnico que estaba, Carlos Fischer, me habló. Anteriormente había tenido propuestas de dos o tres técnicos más pero no nos pusimos de acuerdo en lo económico porque yo tengo una familia y dejo muchas cosas de lado. Cuando arreglé, les dije a los dirigentes que no estoy dispuesto a robarle el dinero a nadie. Tengo una fuerza mental como pocas en el deportista. Creo en mis condiciones, en lo que puedo dar y sentía que podía volver a jugar y andar bien.

-No es común volver a jugar después de haber sido entrenador...
-Lo de la dirección técnica fue más que nada una ayuda que le quise dar en su momento a Central Argentino. A mí me hablaron para jugar pero les dije que no porque cuando volví de Tucumán le había prometido a mi señora que no volvería a jugar. Pero ahora, vaya paradoja, gracias al apoyo de mi mujer, mis hijos y mi familia he vuelto a las canchas. Mis hijos todavía son pequeños y creo que les va a causar mucho orgullo verme jugar. Mi mujer nota mi estado de ánimo. He recuperado parte de mi felicidad que para mí se había cortado antes de lo que yo pretendía.

-¿Hasta cuando vas a jugar?
-Soy el primero que voy a decir basta cuando no pueda aguantar los entrenamientos o no tenga ganas de ir. El día que uno empiece a pasar vergüenza dentro de la cancha se tiene que dar cuenta solo. Pero creo que la vengo llevando bien, siempre me cuidé, llevé una vida ordenada, sin excesos, tengo un cuerpo que no sufrió lesiones graves y me hago controles médicos periódicos.

-¿Cómo te preparaste para este regreso?
-Empecé solo ya que tengo algo de conocimiento por el curso de técnico que hice. Me preparé un mes solo y luego hice un trabajo de dos semanas con Adrián Jiménez, al cuál le estoy muy agradecido. Luego recién me integré al club, ahora lo sigo al trabajo con el preparador físico que tenemos en el club.

-¿Qué sentiste cuando volviste a pisar un campo de juego?
-A la hora que el árbitro tocó el pito lo primero que hice fue darle gracias a Dios porque me permitía volver a disfrutar. Yo siempre disfruto mucho el fútbol, de una manera plena porque seguramente muchos quisieran estar en mi lugar.

-¿Y cómo te sentiste en el partido?
-Desde lo físico no estoy al 100% pero me sentí pleno como si fuera que recién había terminado una pretemporada, con los movimientos un poco toscos por la inactividad, pero me sentí bien. Disfruté del juego, el cuerpo me respondió y traté de manejar el juego con la experiencia. Terminé entero, aguanté los 90 minutos.

-¿Cómo te calificarías?
-Aprobado, pero no por boca mía si no de mis compañeros, dirigentes y la gente. Algunos se vieron sorprendidos y decían “che, el viejito esto, el viejito aquellos”. El viejito está bien.


Fuente: Diario El Liberal