La pasión dividida en dos
Ganó todo con Quimsa y a nivel nacional es uno de los jugadores santiagueños de básquet más representativos, pero lo que pocos conocen es su otra pasión: el fútbol.
Desde chico y hasta la adolescencia, Víctor Hugo Cajal, un nombre sinónimo del básquet en Santiago, dividió su tiempo entre el fútbol y el pick and roll, pero a los 18 años surgió la chance de practicar profesionalmente el deporte de la naranja y se despidió del fútbol.
Hoy, diez años después, comenzó a entrenar en Unión Santiago con la intención de mantenerse en forma por el parate en su carrera y terminó formando parte del plantel profesional de la otra “Fusión”. El domingo fue titular en la Primera y logró convertir el primer gol de su carrera… futbolística.
-¿Cómo surgió la idea de cambiar el básquet por el fútbol?
- “Fue por la pausa de descanso que estoy haciendo del básquet por una decisión personal y familiar, para no estar inactivo comencé a entrenar en Unión Santiago porque tengo una relación de amistad con `Pinino´ (Gerez). Me vine a entrenar y después porque faltaban delanteros me ofrecieron incorporarme al plantel de Primera y tuve que ponerme bien físicamente para agarrar confianza hasta que me tocó jugar ayer (por el domingo) de titular”.
-¿Cómo tomaron la decisión tu familia y amigos?
- “Mis amigos lo toman en broma para hacerme chistes en cuanto por haber dejado el básquet por un tiempo y meterme en el fútbol. En cuanto a lo familiar lo analicé con mi señora y estuvo de acuerdo para no parar y venir al club de mis amores, en donde hice todas las formativas, pero aún espero la posibilidad más adelante de conseguir un equipo de básquet y retomar mi profesión”.
-¿Cuáles son las más grandes diferencias con el básquet?
- “Las diferencias son muy claras en cuanto a las distancias que uno corre normalmente en básquet, son veinte metros y aquí se siente más porque son cien metros. Al principio me costaba mucho hacer un pique de la mitad de cancha hasta el arco, pero a medida que entrené eso quedó atrás, ahora me siento mejor y lo que me está costando es llegar a los 90´ , pero con trabajo, seguro dentro de poco voy a poder hacerlo”.
-Empezaste para mantenerte en forma, pero ahora hay un compromiso mayor…
- “Desde el primer momento que hablé con el cuerpo técnico y que ellos me incluyeron en los 16 jugadores, al compromiso lo asumí. Es algo serio y lo hago con responsabilidad porque quiero colaborar y ayudar en lo que sea posible al equipo y al club. Siempre voy a brindarme al cien por ciento, no voy a guardarme nada y voy a hacerlo con profesionalismo”.
- ¿Y seguramente el gol del domingo incentiva más aún?
- “Sí. Ojalá que pueda seguir en esa senda porque es importante para el equipo. Los delanteros teníamos como un karma de no poder convertir, teníamos muchas posibilidades de gol y no las convertíamos, eso nos ha costado varios partidos que nos empataron o que perdimos. Es importante que podamos convertir todos los delanteros para que Unión pueda volver a ser protagonista en el torneo”.
- ¿Cómo es la relación con el plantel, seguramente te admiran y respetan?
- “En un comienzo conocía a pocos chicos y nunca había participado en una práctica con ellos, era una situación un poco incómoda, pero después me unieron al grupo muy rápido y eso ayudó para que me decidiera a jugar en el plantel de Primera. Eso si, por la diferencia de edad trato de hablarlos y de aconsejarlos sobre el cuidado personal porque por más que estén jugando un torneo local tienen que ser lo más profesionales posible. Los pueden ver de los equipos del Argentino, como Central y Sarmiento o participar en el Toreno del Interior y verlo como un futuro profesional en el fútbol, no deben encasillarse en quedarse a jugar en la liga local y nada más”. -
En síntesis, ¿qué es más difícil, el fútbol o el básquet?
- “Creo que depende de las responsabilidades con las que uno encara cada deporte. Si uno en el fútbol quiere tratar de llegar lo más lejos posible, lo va a conseguir, igual que con el básquet, siempre que sea con responsabilidad y seriedad así se consiguen cosas. Por ahí lo complicado es desarrollarlo adentro del campo de juego, pero no creo que sea difícil uno más que otro”
- ¿Entonces cómo fue cuando tuviste que elegir uno de los dos y te quedaste con el básquet?
- “En su momento las posibilidades de llegar más rápido al alto rendimiento y a ser profesional fueron con el básquet, por cómo se dio en mi vida. Conocí gente en el momento indicado, que me hizo llegar al profesionalismo, como mi representante Gustavo Gorini porque él fue quien me hizo dar cuenta de que podía vivir del básquet y siempre voy a estarle muy agradecido”.
- ¿Y si ahora surge una propuesta… futbolística?
-“Por el momento no pienso eso, trato de disfrutar el momento en Unión y darle una mano, serle útil y tratar de devolverle toda la confianza que el cuerpo técnico me ha brindado. Por ahora sólo estoy concentrado en jugar todos los domingos y aquí en el club todos saben que si surge una oferta de básquet tendré que tomarla”.
Un parate inesperado
Un tiempo atrás había surgido la posibilidad de que Cajal jugara en el TNA con Asoc. Española de Charata y Villa Ángela, pero apostó al armado de un equipo en Santiago para participar de la Liga B y rechazó todas las ofertas. El proyecto después se cayó y cuando decidió salir al mercado ya era demasiado tarde. Ahora, espera por alguna oferta en clubes por recambio.
Fuente: Diario El Liberal
Ganó todo con Quimsa y a nivel nacional es uno de los jugadores santiagueños de básquet más representativos, pero lo que pocos conocen es su otra pasión: el fútbol.
Desde chico y hasta la adolescencia, Víctor Hugo Cajal, un nombre sinónimo del básquet en Santiago, dividió su tiempo entre el fútbol y el pick and roll, pero a los 18 años surgió la chance de practicar profesionalmente el deporte de la naranja y se despidió del fútbol.
Hoy, diez años después, comenzó a entrenar en Unión Santiago con la intención de mantenerse en forma por el parate en su carrera y terminó formando parte del plantel profesional de la otra “Fusión”. El domingo fue titular en la Primera y logró convertir el primer gol de su carrera… futbolística.
-¿Cómo surgió la idea de cambiar el básquet por el fútbol?
- “Fue por la pausa de descanso que estoy haciendo del básquet por una decisión personal y familiar, para no estar inactivo comencé a entrenar en Unión Santiago porque tengo una relación de amistad con `Pinino´ (Gerez). Me vine a entrenar y después porque faltaban delanteros me ofrecieron incorporarme al plantel de Primera y tuve que ponerme bien físicamente para agarrar confianza hasta que me tocó jugar ayer (por el domingo) de titular”.
-¿Cómo tomaron la decisión tu familia y amigos?
- “Mis amigos lo toman en broma para hacerme chistes en cuanto por haber dejado el básquet por un tiempo y meterme en el fútbol. En cuanto a lo familiar lo analicé con mi señora y estuvo de acuerdo para no parar y venir al club de mis amores, en donde hice todas las formativas, pero aún espero la posibilidad más adelante de conseguir un equipo de básquet y retomar mi profesión”.
-¿Cuáles son las más grandes diferencias con el básquet?
- “Las diferencias son muy claras en cuanto a las distancias que uno corre normalmente en básquet, son veinte metros y aquí se siente más porque son cien metros. Al principio me costaba mucho hacer un pique de la mitad de cancha hasta el arco, pero a medida que entrené eso quedó atrás, ahora me siento mejor y lo que me está costando es llegar a los 90´ , pero con trabajo, seguro dentro de poco voy a poder hacerlo”.
-Empezaste para mantenerte en forma, pero ahora hay un compromiso mayor…
- “Desde el primer momento que hablé con el cuerpo técnico y que ellos me incluyeron en los 16 jugadores, al compromiso lo asumí. Es algo serio y lo hago con responsabilidad porque quiero colaborar y ayudar en lo que sea posible al equipo y al club. Siempre voy a brindarme al cien por ciento, no voy a guardarme nada y voy a hacerlo con profesionalismo”.
- ¿Y seguramente el gol del domingo incentiva más aún?
- “Sí. Ojalá que pueda seguir en esa senda porque es importante para el equipo. Los delanteros teníamos como un karma de no poder convertir, teníamos muchas posibilidades de gol y no las convertíamos, eso nos ha costado varios partidos que nos empataron o que perdimos. Es importante que podamos convertir todos los delanteros para que Unión pueda volver a ser protagonista en el torneo”.
- ¿Cómo es la relación con el plantel, seguramente te admiran y respetan?
- “En un comienzo conocía a pocos chicos y nunca había participado en una práctica con ellos, era una situación un poco incómoda, pero después me unieron al grupo muy rápido y eso ayudó para que me decidiera a jugar en el plantel de Primera. Eso si, por la diferencia de edad trato de hablarlos y de aconsejarlos sobre el cuidado personal porque por más que estén jugando un torneo local tienen que ser lo más profesionales posible. Los pueden ver de los equipos del Argentino, como Central y Sarmiento o participar en el Toreno del Interior y verlo como un futuro profesional en el fútbol, no deben encasillarse en quedarse a jugar en la liga local y nada más”. -
En síntesis, ¿qué es más difícil, el fútbol o el básquet?
- “Creo que depende de las responsabilidades con las que uno encara cada deporte. Si uno en el fútbol quiere tratar de llegar lo más lejos posible, lo va a conseguir, igual que con el básquet, siempre que sea con responsabilidad y seriedad así se consiguen cosas. Por ahí lo complicado es desarrollarlo adentro del campo de juego, pero no creo que sea difícil uno más que otro”
- ¿Entonces cómo fue cuando tuviste que elegir uno de los dos y te quedaste con el básquet?
- “En su momento las posibilidades de llegar más rápido al alto rendimiento y a ser profesional fueron con el básquet, por cómo se dio en mi vida. Conocí gente en el momento indicado, que me hizo llegar al profesionalismo, como mi representante Gustavo Gorini porque él fue quien me hizo dar cuenta de que podía vivir del básquet y siempre voy a estarle muy agradecido”.
- ¿Y si ahora surge una propuesta… futbolística?
-“Por el momento no pienso eso, trato de disfrutar el momento en Unión y darle una mano, serle útil y tratar de devolverle toda la confianza que el cuerpo técnico me ha brindado. Por ahora sólo estoy concentrado en jugar todos los domingos y aquí en el club todos saben que si surge una oferta de básquet tendré que tomarla”.
Un parate inesperado
Un tiempo atrás había surgido la posibilidad de que Cajal jugara en el TNA con Asoc. Española de Charata y Villa Ángela, pero apostó al armado de un equipo en Santiago para participar de la Liga B y rechazó todas las ofertas. El proyecto después se cayó y cuando decidió salir al mercado ya era demasiado tarde. Ahora, espera por alguna oferta en clubes por recambio.
Fuente: Diario El Liberal
Unión Santiago - Víctor Hugo Cajal, un grande, adentro de una cancha de básquet o de fútbol
Reviewed by Fútbol SdE
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septiembre 28, 2010
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