Un arquero que brilló en todos lados.
Surgió en Central Argentino y pasó grandes etapas en Central Córdoba y San Martín de Tucumán. El repaso de su gran carrera.
Comenzó atajando en los viejos torneos de baby fútbol, para luego dar sus primeros pasos en el club Central Argentino de La Banda, donde debutó en primera. Brilló en el “albo”, pero luego se deleitaron con sus atajadas los hinchas de Central Córdoba, club donde jugó 2 años el Nacional B. También pasó por Mitre, Central Norte y San Martín de Tucumán. En el “santo” de La Ciudadela jugó más de diez años, donde finalmente se retiró en 2001, y en donde logró ser reconocido por los hinchas. Se trata de Luis Roberto Quiñones (54), uno de los mejores arqueros que dio el fútbol santiagueño. “El Pájaro”, apodo con el que “lo bautizó” Leopoldo Jacinto Luque durante su estadía en el “ferroviario”, nos habló de su gran trayectoria deportiva.
– ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
– Mis inicios fueron en el baby fútbol. En esos tiempos se jugaba mucho y mis primeras armas las hice en el equipo de Biblioteca Carlos Pellegrini. Después, a una cierta edad, pasábamos a las divisiones inferiores y fuimos la mayoría al club Central Argentino. Allí iniciamos nuestros momentos futbolísticos. Arranqué en la sexta. En ese lapso, surgió la posibilidad de jugar en primera del “albo” con tan solo 16 años. Debuté el día de mi cumpleaños, un primero de mayo y frente a Unión Santiago. Fue el debut soñado porque atajé un penal y ganamos 2 a 0.
– ¿En dónde viviste tus mejores momentos?
– La pasé bien en todos los clubes donde me tocó jugar. En Central Argentino tuve momentos maravillosos, muy lindos y eso uno no se olvida nunca. Después pasé a jugar como refuerzo de Mitre para un Torneo Regional. La verdad que en el “auri” la pasé bien. Luego de ello retorné al “albo”, jugué medio año y después pasé a Central Norte de Tucumán, donde fuimos campeones de la liga tucumana y clasificamos al Regional. En mi segunda etapa en Central Norte, perdimos las semifinales con San Martín. Tras ello se me presentó la posibilidad de irme a Central Córdoba, una institución donde también pasé momentos maravillosos. Todavía tengo grandes amigos de cada uno de los clubes. Jugué 2 años en el “ferroviario” y atajé en el Nacional B. Fue algo grandioso ser jugador profesional y Central me dio esa posibilidad. En cuanto tuve la chance de ser titular, lo aproveché. Después Central Argentino me vendió a San Martín de Tucumán en la temporada 89/90 y jugué hasta 2001, año en el que me retiré.
– Si tienes que elegir al mejor entrenador de tu carrera, ¿quién sería?
– En los clubes que estuve me tocó estar con entrenadores fantásticos. En Central Argentino el que más sobresalió fue Marcos Acuña, una gran persona y gran técnico. En Mitre tuve a Antonio del Carmen Luna y a Jorge Woitquivich, en Central Norte a Santos Piazza, en Central Córdoba a Leopoldo Jacinto Luque, él me bautizó con el apodo “El Pájaro”. En San Martín tuve muchísimos, pero destaco a dos que realmente admiré por el gran trabajo y calidad de personas: “Flaco” Gareca y Ángel Tulio Zof.
– ¿Un compañero?
– Creo que en todos lados me llevé bien con la mayoría, quizás por mi carisma, pero me quedo con una gran persona y que aprecio muchísimo, además de compartir cosas en familia, que es Francisco “Patón” Guillén.
– ¿Tu mejor partido?
– Me tocó andar bien en muchos, por suerte, con un alto nivel. Uno que se me viene a la memoria es cuando me tocó debutar en Central Córdoba y fue contra Deportivo Italiano, en cancha de Platense. Luque me puso como titular y en ese juego anduve muy bien. Otro que recuerdo fue contra Lanús, donde la revista Olé me obsequió la copa Solo Fútbol. Me tocó ser el mejor, me pusieron 10 puntos, en un encuentro por la temporada 1989/1990 de la B Nacional. Mientras que en el “santo” tucumano me tocó estar en un juego atípico, jugando un ascenso con Olimpo de Bahía Blanca. Le ganábamos 2 a 0 y por una mano negra en cinco minutos nos cobraron tres penales seguidos en contra. Uno le atajé.
– ¿Cuántos títulos pudiste festejar?
– Con Central Argentino ganamos una liguilla, venciendo a Unión Santiago en cancha de Central Córdoba, por penales. Fue un día lluvioso. Volvimos caminando por la autopista con todos los hinchas del “albo” y esa es una gran anécdota. Otro campeonato que me marcó fue cuando ascendimos con San Martín de Tucumán a primera división en la temporada 1991/92, en cancha de Almirante Brown. Habíamos ganado la primera final 1 a 0 y en la vuelta, empatamos 1 a 1 con el gol olímpico de Scime y logramos el título.
– ¿Cuál fue el mejor equipo que integraste?
– Por suerte, todos los que integré fueron equipazos. Por ejemplo en Central Córdoba había mayoría de jugadores del club y santiagueños, con dos o tres refuerzos de afuera. Hicimos una campaña excelente con Luque como técnico. La primera rueda del Nacional B terminamos segundos o terceros, por encima de equipos de experiencia en primera, como Huracán, Lanús y Tigre, entre otros. Éramos un grupo muy fuerte. Y en San Martín, el objetivo era ascender y se formaba el mejor plantel posible. Siempre peleábamos arriba.
– ¿Cómo está conformada tu familia?
– Por mi esposa Claudia y mis hijos Luciano, Fabricio y Juan Cruz.
– ¿A qué te dedicas actualmente?
– Soy entrenador de arqueros. Estoy trabajando en el club Central Córdoba. Me siento orgulloso de formar parte del club y más en este momento histórico que vive, estando en primera. Soy entrenador de la reserva. Además de tener mi escuela de arqueros. Trabajé muchos años en Vélez de San Ramón y estoy agradecido.
– ¿Alguna deuda pendiente?
– Ninguna. En cada club que estuve, entregué lo máximo.
Fuente: Nuevo Diario
Liga Santiagueña: Luis Roberto Quiñones.
Reviewed by Fútbol SdE
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julio 21, 2020
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