Gran victoria del Ferro ante Antoniana

Fiesta total en la estación del Oeste. Anoche, Central Córdoba venció a Juventud Antoniana de Salta por 4 a 3, luego de que el primer tiempo finalizara 3 a 1 a favor de los salteños. En el segundo tiempo, el ferroviario cambió su actitud y con dos goles del Sacha Sáez (la figura del partido), y uno de Darwin Barreto en el final del partido, el conjunto ferroviario alcanzó la hazaña y se quedo con los tres puntos y el clásico.

Central perdia por 3 a 1 en el primer tiempo y estaba para el cachetazo, pero apareció Sebastián Sáez para poner el 3 a 3 y cerca del cierre Darwin Barreto desató la fiesta tras el 4 a 3 final.

Locura, éxtasis, emoción, lágrimas, festejo y sobre todo un final infartante dejó un partidazo, en el buen sentido de la palabra para los diversos adjectivos que podrían colgarse como chapa final al monumental 4-3 de Central Córdoba sobre Juventud Antoniana de Salta, en una noche bien santiagueña en el Barrio Oeste.

Un tiempo para cada uno fue el balance final de los 90 minutos de juego. Y dentro de ese contexto, en el primer segmento, el equipo de Gustavo Coleoni fue práctico, ordenado, contundente y sobre todo efectivo.

Con una línea de cuatro expeditiva, sin complicación, y un medio campo que hizo la gran diferencia en el juego colectivo, Juventud Antoniana cerró un tiempo con un 3-1 formidable desde la óptica del hincha común.

En ese juego intenso, donde López Ten, Chmil, Darío González y Rodríguez fueron la mejor síntesis del achique y presión, el equipo salteño “elaboró” a su manera un triunfo parcial sensacional.

Central Córdoba como viene sucediente regaló un tiempo. Donde nunca se pudo acomodar en su zona de gestación, con muchas voluntades pero con poco fútbol y superado por un rival técnicamente mucho mejor en lo interpretativo y en lo táctico.

Y en ese lapso de buen juego, a los 26, un error en el sector medio, permitió una salida rápida de González, pase milimétrico para Marcos Navarro que definió con mucha categoría ante la salida de Montenegro. Era el 1-0 y muy justificado.

No se término de acomodarse del golpe el local, y Navarro nuevamente en la ofensiva por derecha casi decreta el segundo.

Central Córdoba tiene un jugador diferente. Distinto y cuando esta “enchufado” marca diferencia. Perdido el local sin progresión en su juego, en una salida larga, Contreras habilitó a Sebastián Sáez. El goleador desacomodó a un defensor, y cuando ingreso al área grande, definió abajo, para que el balón pegue en el parante y entre, como pidiendo permiso. Era el 1-1 y a volver a empezar.

Pero Juventud Antoniana volvió al juego asociado y dos minutos más tarde (33), en una pelota parada: Eric Chmil definió con un rebote y a cobrar.

Antoniana volvió a ponerse en ventaja y con mucho oficio. Pasaron cuatro minutos más (37), y en otra pelota parada ejecutada por González, permitió al número “5” (Chmil) desviar el esférico para sellar el 3-1 lapidario. El estadio era un verdadero cementerio.

Nadie encontraba consuelo alguno en el Oeste. Había un equipo con mucha solvencia, con alguna categoría, de otro nivel como Marcos Navarro, y el equipo de Coleoni redondeaba uno de sus mejores perfomance en los primeros tiempos en el torneo.

El “Ferro” volvió a la intranscendencia de un juego pobre, limitado, sin interpretes ya que muchos que saben, desaparecieron como Giampietri, Robles, Suárez, Moreno, ni que hablar de Contreras, donde el murmullo de las tribunas insinuaba una cruda realidad de los hechos en su real formalidad.

SEGUNDO TIEMPO

Con un 1-3 abajo, no había muchas alternativas. Lucas Ramos se quedó en el vestuario y José Albarracín fue el relevo casi perfecto. Central Córdoba fue otro. Robles y Giampietri se juntaron por derecha y la imagen de equipo de Antoniana desapareció por completo.

El equipo salteño se relajó y le costó muy caro. En cuatro minutos desde los 12 a los 16, Sebastián Sáez de cabeza en ambas ocasiones, selló la igualdad y el Barrio Oeste fue un verdadero “volcán” en plena erupción.

Central Córdoba con otra actitud lo había empatado, a base de un juego colectivo e individual de alto vuelo por las ganas y la entrega. Albarracín estuvo imparable por izquierda y las opciones del local por las puntas, mostraron flaquezas en la línea defensiva del conjunto de Coleoni.

El partido entró en un “ida y vuelta” incesante, donde los dos buscaban el desnivel, pero Central siempre insinuaba más: Cáceres, Besel y Ermini fueron los cambios obligados de Antoniana, y el partido mostraba mucha paridad.

Carlos Ereros que es súper ofensivo, movió el tablero y metió en la cancha a Diego Britos y a Darwin Barreto para exigir en su contenido ofensivo.

En dos pelotas paradas volvió a insinuar Antoniana, y antes del cierre, en una “guapeada” de Britos, pelota dentro del área chica, se molestan los defensores y el “yoruga” la manda a guardar ante el delirio de un estadio colmado: Darwin Barreto en los primeros 30 segundos de descuento (45`30”), había producido un milagro.

No había tiempo para más. Juventud Antoniana había regalado un tiempo y lo pagó muy caro su excesiva confianza cuando ganaba por dos goles de diferencia, y deberá entender que los partidos duran 90 minutos, aunque de un segmento al otro, fueron dos equipos distintos.

Central Córdoba volvió a festejar en su casa ante un rival de mucho rodaje. Cambiando a tiempo, con un “Sacha” Sáez endemoniados por momentos, y un equipo que estaba en la “lona” por momentos, pudo recuperarse y como el fútbol es tan imprevisible, en un ratito cambio la historia y demostró que hay equipo para soñar bien despierto.

La locura se instaló nuevamente en el Oeste, donde los 9.000 hinchas locales festejaron a su manera un triunfo fabuloso, como hace 42 años, cuando Central Córdoba le ganaba a Boca Juniors en la misma bombonera. El fútbol tiene historia y también vive de buenos recuerdos…

Fuente: www.abcdeporte.com.ar

SINTESIS

Jugado el Viernes 16 de Octubre de 2009

CENTRAL CORDOBA 4 – JUV. ANTONIANA 3

Central Córdoba: