Quedó una sensación de vacío
La caída del domingo trajo no sólo más preocupaciones sino otros fantasmas.
Pasó otro domingo de decepción para Central Córdoba y quedó una sensación de vacío en las mieles “ferroviarias”.
Ya nada parece detener este mal momento. Todos miran hacia el horizonte como esperando un milagro divino que cure las heridas que cada día que pasa parecen sangrar más.
La derrota ante Juventud Antoniana de Salta lo dejó en una situación complicada. El fantasma del descenso volvió a visitar el Oeste, esos mismos que parecían haber vencido luego de la victoria sobre Gimnasia de Concepción del Uruguay, hace dos fines de semanas, pero anteayer, volvieron.... parece que estaban escondidos por algún rincón del “Alfredo Terrera”.
Nuevamente la producción del equipo tuvo picos de muy bajo nivel colectivo e individual.
Descoordinación, falta de verticalidad, pocas jugadas bien hilvanadas, escasas chances de peligro... todo mal y para colmo de males, le ganó un equipo que vino a Santiago a no perder y se llevó un triunfo de arriba, sí, sin proponérselo.
Cuando en el domingo de Pascuas los feligreses “ferroviarios” esperaban la aparición del equipo, la jornada sirvió para todo lo contrario.
Pocos puntos para destacar. Germán Montenegro estuvo casi perfecto, fue casi, porque en el gol achicó tarde y le dejó todo el palo derecho para que el delantero Facundo Ermini convirtiera. Así es el fútbol, puedes estar de mil maravillas, pero en un segundo todo puede derrumbarse. Igualmente lo del “Gordo” es destacable, no fue el responsable de la derrota.
En cuanto a la línea defensiva, tuvo poco trabajo porque Antoniana atacó por momentos y cuando lo hacía entraba por el carril derecho, donde Pedro Pereyra no tuvo una buena tarde y perdió ante los desbordes de Ermini, cada vez que el goleador se tiró por ese costado o cuando lo hacía García.
El mediocampo tampoco estuvo fino a la hora de la distribución del balón. Muchos pelotazos en los pies de Suárez. Molina corrió más de lo que aportó y Pacheco no salió de un apático trabajo en la marcación. Sin dudas que la falta de un enganche produce estas cosas.
Nadie marca los tiempos, los delanteros reciben siempre pelotazos frontales y son absorbidos rápidamente por cualquier defensa en estos casos.
Tuvo casi un sesenta por ciento de promedio en la posesión del balón y creó muy poco, lo que habla a las claras de la poca creatividad. En definitiva, Central Córdoba frente a Antoniana no tuvo volumen de juego. Le faltó un poco de todo y ahora la situación está más complicada en todo sentido. Para luchar por el ascenso, primero, debe ganar todos los partidos que le quedan (algo que por estas horas parece imposible) y luego esperar que otros resultados lo ayuden.
En tanto que por evitar la Promoción, aún queda un trecho por recorrer y aunque está más tranquilo que otros equipos, no deja de preocupar porque otro mal resultado empeoraría todo el panorama. Para tener en cuenta.
Fuente: Nuevo Diario / Foto: Somos Deporte
La caída del domingo trajo no sólo más preocupaciones sino otros fantasmas.
Pasó otro domingo de decepción para Central Córdoba y quedó una sensación de vacío en las mieles “ferroviarias”.
Ya nada parece detener este mal momento. Todos miran hacia el horizonte como esperando un milagro divino que cure las heridas que cada día que pasa parecen sangrar más.
La derrota ante Juventud Antoniana de Salta lo dejó en una situación complicada. El fantasma del descenso volvió a visitar el Oeste, esos mismos que parecían haber vencido luego de la victoria sobre Gimnasia de Concepción del Uruguay, hace dos fines de semanas, pero anteayer, volvieron.... parece que estaban escondidos por algún rincón del “Alfredo Terrera”.
Nuevamente la producción del equipo tuvo picos de muy bajo nivel colectivo e individual.
Descoordinación, falta de verticalidad, pocas jugadas bien hilvanadas, escasas chances de peligro... todo mal y para colmo de males, le ganó un equipo que vino a Santiago a no perder y se llevó un triunfo de arriba, sí, sin proponérselo.
Cuando en el domingo de Pascuas los feligreses “ferroviarios” esperaban la aparición del equipo, la jornada sirvió para todo lo contrario.
Pocos puntos para destacar. Germán Montenegro estuvo casi perfecto, fue casi, porque en el gol achicó tarde y le dejó todo el palo derecho para que el delantero Facundo Ermini convirtiera. Así es el fútbol, puedes estar de mil maravillas, pero en un segundo todo puede derrumbarse. Igualmente lo del “Gordo” es destacable, no fue el responsable de la derrota.
En cuanto a la línea defensiva, tuvo poco trabajo porque Antoniana atacó por momentos y cuando lo hacía entraba por el carril derecho, donde Pedro Pereyra no tuvo una buena tarde y perdió ante los desbordes de Ermini, cada vez que el goleador se tiró por ese costado o cuando lo hacía García.
El mediocampo tampoco estuvo fino a la hora de la distribución del balón. Muchos pelotazos en los pies de Suárez. Molina corrió más de lo que aportó y Pacheco no salió de un apático trabajo en la marcación. Sin dudas que la falta de un enganche produce estas cosas.
Nadie marca los tiempos, los delanteros reciben siempre pelotazos frontales y son absorbidos rápidamente por cualquier defensa en estos casos.
Tuvo casi un sesenta por ciento de promedio en la posesión del balón y creó muy poco, lo que habla a las claras de la poca creatividad. En definitiva, Central Córdoba frente a Antoniana no tuvo volumen de juego. Le faltó un poco de todo y ahora la situación está más complicada en todo sentido. Para luchar por el ascenso, primero, debe ganar todos los partidos que le quedan (algo que por estas horas parece imposible) y luego esperar que otros resultados lo ayuden.
En tanto que por evitar la Promoción, aún queda un trecho por recorrer y aunque está más tranquilo que otros equipos, no deja de preocupar porque otro mal resultado empeoraría todo el panorama. Para tener en cuenta.
Fuente: Nuevo Diario / Foto: Somos Deporte
Central Córdoba - Lo que dejó la caída ante los salteños
Reviewed by Fútbol SdE
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abril 26, 2011
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